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Uno de los subterráneos más pequeños del mundo te lleva a la cima del Monte Carmelo

Haifa es la tercera ciudad más grande de Israel, con una historia de más de tres mil años a cuestas. Su horizonte está dominado por las laderas del Monte Carmelo, el escenario bíblico del duelo entre el profeta Elías y los 450 sacerdotes-profetas de Baal; el mismo monte en el que nacería la Orden Carmelita, en el siglo XII, cuando un grupo de ermitaños, precisamente inspirados por el modelo de Elías, se retiraron a vivir en las cumbres del monte, considerado “la viña de Dios”. De hecho, “Karm-El”, en las lenguas semíticas de la región, significa precisamente “el jardín de Dios”.

Lamentablemente, en sus días ni los ermitaños del Monte Carmelo ni el profeta Elías podían subir a la cima del monte usando el que hoy es el único metro subterráneo de Israel: el Carmelit, un curioso funicular que asciende, bajo tierra, desde la ciudad hasta Gan Ha’em, en lo alto del monte.

Inaugurado en 1959, el Carmelit sube desde la costa mediterránea de Haifa hasta la cima del Monte Carmelo.

Fue pensado para transitar rápida y fácilmente entre los distritos comerciales, que se encuentran a lo largo de la costa de Haifa, y el moderno centro residencial de la ciudad, que estaba situado encima de las alturas de la montaña que da nombre a la línea.

Con sólo seis estaciones (que comienzan en la plaza de París, al nivel del mar, y terminan en Gan Ha’em, a 274 metros sobre el nivel del mar), el trayecto del Carmelit apenas si alcanza los 1.8 kilómetros.

Sin embargo, desde que fue inaugurado, gran parte de la población de Haifa se ha desplazado a otras partes de la ciudad, por lo que el Carmelit hoy día es muy poco usado, lo cual lo hace ideal para quienes quieren subir al monte.

Estuvo cerrado por primera vez entre los años 1986 y 1992, cuando pasó por una profunda remodelación, y y una segunda vez para reparar un cable defectuoso, pero sólo de marzo a julio en el pasado 2015.

Aun así, sus apenas dos trenes, con tan sólo dos vagones, siguen haciendo el viaje, de ocho minutos, subiendo y bajando la montaña diariamente.

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