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Tragedia en Colombia: La carrera contrarreloj en busca de vida

Colombia vive por estas horas una carrera contrarreloj en busca de desaparecidos y más heridos tras la avalancha de lodo del pasado sábado –luego del desborde de ríos en la localidad de Mocoa (Putumayo)- y que de momento ha dejado más de 250 personas sin vida y cientos de damnificados.

En medio el caos y la angustia surgen ejemplos de solidaridad, valentía y heroicidad, tanto de socorristas como de otros voluntarios que están dispuestos a quedarse hasta al final en busca de la vida.

Tal es el caso de Desiderio Ospina, un joven policía que murió en el intento de salvar a una niña de 12 años que quedó atrapada en la avalancha del pasado sábado. Rápidamente, su historia y entrega se transmitieron a través de las redes sociales y el propio presidente Juan Manuel Santos hizo referencia a su testimonio de valentía.

Su padre, fuertemente afectado por lo sucedido, habló con El Tiempo sobre su hijo y recordó que en mayo cumpliría 24 años, además de subrayar que desde siempre recibió el apoyo de su familia para dedicarse al servicio público.

“Murió en Mocoa tratando de salvar a una niña. Nunca se negaba a hacerle un favor a los demás, cuando la tarea era servir, él siempre estaba presto a colaborar”, señaló su padre.

El hermano de Desiderio también lo recordó en diálogo con ese medio. “Era una persona desprendida y muy buena, cada mes enviaba ayudas económicas para la casa”, enfatizó.

El de Desiderio ha sido un caso que ha conmovido a la sociedad colombiana, pero por estas horas son miles las personas que se están esforzando y dando lo mejor de sí. Socorristas, miembros de la Cruz Roja, bomberos, policías y otros voluntarios.

Otro ejemplo es Róbinson López, el coordinador de Derechos Humanos de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana, cuya casa albergó a más de 20 personas luego de quedar en pie de forma “milagrosa”, motivo por el cual dio gracias a Dios.

“Mire, no solamente necesitamos ayuda humanitaria sino que necesitamos que se piense en reubicar al menos el 80 % de los barrios de Mocoa. Queremos tener la esperanza de que aunque hoy la situación es grave, de esta situación vamos a salir y más viendo las dificultades por las que están pasando nuestros pueblos indígenas, que lo han perdido todo y están en zonas apartadas, necesitamos que el Gobierno Nacional llegue hasta ellos”, expresó en diálogo con El Colombiano.

Róbinson ya decidió su traslado a Bogotá para gestionar ayudar y buscar comida para las comunidades indígenas.

Por su parte, Santos también anunció en las últimas horas la puesta en marcha de un plan de reconstrucción para Mocoa.

“Hemos iniciado desde hoy la labor de planeación y organización de lo que será la reconstrucción y rehabilitación de la ciudad. Vamos a apoyar a las familias para la recuperación y mejora de sus viviendas afectadas. A los que perdieron sus casas, les construiremos unas nuevas, en un sitio de menor riesgo”, expresó el mandatario, reproduce la prensa local.

Mientras la zona sigue con servicios afectados –agua y energía-, se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para arreglar la situación de forma provisional con varios tanques de agua potabilizadora, al tiempo de que se anunció la construcción de un nuevo acueducto luego de que el que estaba quedara inservible.

Se estima que la reconstrucción de la localidad tardará al menos un año. De momento, la tragedia de Mocoa ha demostrado el amplio ejemplo de solidaridad de un pueblo que se unió para levantarse y recuperarse.

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